A partir del 1ro. de Enero del 2020, se aplicará una nueva regulación IMO que será aplicable a las 50.000 naves que trafican alrededor del mundo.
La nueva regulación obliga a las compañías navieras a utilizar combustibles que no excedan un porcentaje de 0,5 % de oxidos sulfurosos, combustibles que son definitivamente más caros que los combustibles actualmente en uso, y que tendrá como efecto colateral un aumento en los fletes navieros.
De acuerdo a especialistas el impacto calculado en la industria alcanza los 15.000 millones de dólares.
“El principal combustible para las naves es el heavy fuel oil derivado de la destilación de petróleo crudo. El petróleo crudo contiene sulfuros que, cuando entran en combustión, terminan en emisiones. El oxido sulfuroso (SO) es reconocido como dañino a la salud humana, causando síntomas respiratorios y enfermedades pulmonares. En la atmósfera, el oxiso sulfuroso puede heneran lluvia acida, que dañan las cosechas, bisques y especies acuáticas, y contribuye a la acidificación de los océanos.
La limitación en la emisión de las naves, mejorará la calidad del aire y protegerá eel ambiente.
